- Una sola cerilla sirve para iluminar una habitación del tamaño de un estadio de fútbol.
- Los habitantes de ciudades y pueblos medievales tenían una dentadura perfecta.
Os dejo un video de la gente que sube y espera la puesta de sol.......¡Delicioso!
Dentro de la zona conocida como Coyote Buttes North en el Paria Canyon y límitrofe a los estados de Utah y Arizona, se encuentra esta formación de roca arenisca e intensos colores de la gama de los naranjas y ocres.
Un lugar que no deja indiferente a nadie, cautivador y difícil de llegar no tanto por la ruta a seguir (4,53 Kms y de dificultad moderada) sino por la limitación de permisos para entrar al ser una zona Wilderness, o sea salvaje sin ningún tipo de las "comodidades" de los parques nacionales y de complicado acceso.
El permiso se obtiene de la siguiente forma; Solo se permite la entrada en la zona de 20 personas al día. A través de internet salen a la venta 10 permisos a (enlace), los otros 10 permisos se sortean el mismo día en una caseta situada en la carretera 89 entre Kanab y Page a la altura de la milla 21. Se pagan 5 $ y listo. Claro parece fácil pero las reservas por internet son casi imposibles y se acaban en segundos, las malas lenguas dicen que hay una empresa británica detrás de esas reservas masivas para luego comercializarlas, y el sorteo pues es eso una lotería que te puede tocar o no.
Para llegar al comienzo de la ruta hay que coger el vehículo, con tracción a las cuatro ruedas preferiblemente, y dirigirse de Page a Kanab por la 89 cuando se llevan recorridos 60 kilómetros (36 millas) hay que girar a la izquierda por una pista/camino que se denomina House Rock Valley Road y después de 13 kilómetros se llega a una zona habilitada para dejar los vehículos y empezar la ruta.
Genial pero nosotros que vamos 7 casi con seguridad que si no conseguimos los permisos vía web no iremos al sorteo. Así que es una pena pero este lugar tan maravilloso y espectacular no se si tendremos la suerte de visitarlo.
Os dejo unas fotos y os recomiendo este enlace a la página de Aitor y Oihana que la hicieron y lo explican muy bien. También os pongo otro enlace a la ruta en google maps.
Si os fijáis la foto que ilustraba este blog era una "adaptación" del de ellos (previa petición de permiso of course) y ahora que están camino de Springfield (saludos a Hoomer) les agradecemos el esfuerzo de seguir informando en directo desde la mother road.
Saludines y buena ruta. La canción va dedicada a vosotros y todos nosotros que algún día anhelamos el sueño de hacer ese viaje y en ello estamos. El grupo Plain White T´S y el tema "take me away"...
Tres años después de la finalización de la guerra de Secesión, Ethan Edwards vuelve a su querido hogar formado por su hermano Aaron, su cuñada Martha, sus dos sobrinas Lucy y Debbie y un muchacho medio mestizo llamado Martin. Lucy está prometida a un joven muchacho llamado Brad, cuya familia vive cerca, mientras que Laurie, la hermana de Brad, está enamorada de Martin.
Poco después del regreso de Ethan (John Wayne) toda su familia es asesinada por los comanches, y su sobrina raptada. Jura rescatarla y matar a todos los indios que hayan intervenido en la masacre. Durante cinco años mantiene una búsqueda obsesiva (el título inglés es The Searchers= Los buscadores) donde se enfrenta a sus más profundos fantasmas: la intolerancia y el racismo, tanto del que los sufre como del que los siente, acompañado de su sobrino Martin.
Esta sencilla trama magistralmente dirigida por el Gran John Ford da lugar a un Western de categoría, probablemente no es el mejor de Ford, La Diligencia y Pasión de los Fuertes son mas redondos. Una historia de búsqueda, un viaje al interior de un perdedor (perdió su gran amor que al final se casó con su hermano, perdió la guerra) un personaje sin un claro destino y condenado a ser un nómada solitario.
Es verdad que la peli tiene algunas cosillas que chirrían un poco; Monument Valley lo sitúan en Texas, la lamentable persecución por el río en que este va cambiando misteriosamente de color, que Cicatriz parezca un holandés maquillado, pero no es menos cierto que la fotografía de Winton C. Hoch es increible, Monument Valley esta fantásticamente filmado y la música de Max Steiner es un clásico. Yo destacaría dos escenas de esta película que son una pequeña obra maestra:
En la primera cuando Ethan vuelve de la guerra y entra en casa confunde a Debbie con Lucy y es entonces cuando Martha, su cuñada y gran amor, hace de anfitriona, y pide al recien llegado su capa. Es a partir de ese momento cuando algo nos dice que entre Martha y Ethan ha habido algo más que la relación típica entre cuñados. El modo en que Ethan la mira cuando ésta guarda su capa, al mismo tiempo que su hermano le está hablando, nos da una idea de esa antigua historia. Pero no es solo el juego de miradas lo que ayuda a Ford a poner de manifiesto esa relación. Los diálogos juegan a cuentagotas a favor de esa idea a medida que avanza el metraje. Uno de los momentos con una mayor carga emocional es aquél en que el reverendo descubre como Martha acaricia de una manera apasionada la capa de Ethan y se da cuenta de todo.
El reverendo, mientras apura su café de pie, vuelve la mirada hacia el infinito, mientras Ethan entra en el plano y Martha le devuelve la capa a Wayne, todo esto únicamente roto por una melodía suave y sentimental. Tras la salida del solitario Wayne por la puerta, Martha le sigue y el reverendo sin despedirse de la anfitriona, sale de escena siguiendo los pasos del vaquero.
Aquí tenéis la parte final de esta escena
La otra escena genial es el final; Un grandioso plano con Monument Valley de marco incomparable, Martin, Ethan y Debbie llegan a casa de los Jorgensen en un plano que nos recuerda al inicial. Pero esta vez Ethan no entra en la casa, sino que ve pasar la felicidad ante él. Debbie es acogida por el matrimonio Jorgensen que anteriormente ha perdido un hijo y, en cierta manera, les es devuelto. Laurie consigue su propósito y se une para siempre a Martin, algo que nos recuerda a lo que podría haber pasado entre Martha y Ethan. Todos entran en la casa, todos menos uno. El ciclo se ha completado y Wayne debe reiniciar nuevamente sus pasos, porque Ethan no tiene ningún motivo por el que quedarse, porque el más bello nexo de unión a esas tierras, Martha, ya no está. En ese momento, de soledad y tristeza, reemprende el camino, ese camino para el que está predestinado y, mientras un sentimiento hacia ella le recorre el cuerpo, se recoge en su fragilidad con un gesto y se cierra la puerta. A todo esto la canción de Tex Ritter "The Searchers" unificandolo todo.....
G-R-A-N-D-I-O-S-O